Terapias Naturales como Soria Natural

Antes de empezar a redactar el contenido de este artículo, quiero aclarar que respeto profundamente a todos aquellos médicos tradicionales que son vocacionales, que estiman a sus pacientes y que responden a la imagen de aquel médico de cabecera de años atrás. Ahora todo a cambiado, la medicina natural se reinventa día a día y salen productos tan buenos como Soria Natural.

Me refiero a aquel profesional que no tenía horario, que iba de casa en casa y escuchaba, sabiendo que el mejor remedio es la boy escout activa de aquello que preocupa al enfermo. Aquel que se interesaba por todos los miembros de la familia y los hacía sentir atendidos de verdad. Y pregunto: esta tipología de médico es la que mayoritariamente nos encontramos cuando nos dirigimos a la CABEZA o bien en un centro hospitalario?
Me encantaría que fuera así, pero excepto algún caso, que incluso nos sorprende cuando tenemos la suerte de encontrarlo, nada más lejos de la realidad. Y más actualmente, con los recortes, porque a los políticos no los importa la salud de la ciudadanía, bien y quizás tampoco la de sus médicos. Parece que los va muy bien que todos estemos muy enfermos e incapacitados, así no los estorbamos y siguen haciendo de las suyas, para decirlo elegantemente.
Hoy propongo la lectura de una entrevista hecha a Ghislaine Lanctot, ex doctora y autora del libro, La mafia médica, en el cual cuestiona el sistema médico actual, el cual parece centrado en el objetivo de aumentar los beneficios de la industria farmacéutica.
Cuando la leí, me reconocí en algunas de sus palabras como, por ejemplo, cuando dice que la medicación química tapa los síntomas.
En consulta, a menudo hablo a mis pacientes de los beneficios de sufrir sintomatologías, pues gracias a ellas podemos leer el que el cuerpo señala; podemos traducirlo, como ya hacían, hace siglos, los antiguos sabios chinos.
La medicina tradicional china, ofrece todo un diccionario, una enciclopedia médica fantástica, que permite conocer qué hay detrás de cada síntoma, lo cual es una información muy valiosa para poder ayudar al paciente a volver a su equilibrio natural.
Pero es evidente que la medicina al·lopàtica no está interesada al saber qué dice la sintomatología. Prefiere recetar y recetar, más y más medicaciones, con todas las contraindicaciones que provocan, para acallar el síntoma como, por ejemplo, un dolor, y así hacer creer al paciente que ya está curado.
Pensamos en un trastorno muy común: el dolor de garganta, respecto del cual la medicina tradicional dará Ibuprofeno y/o Gelocatil en un inicio y si continúa el dolor, antibiótico 7 días. Se limita a tratar el dolor, controlar la fiebre y atacar la infección, sin preocuparse por qué sea el generador de la manifestación física y sin tener en cuenta a qué órganos atacará la medicación prescrita.
Pero la medicina alternativa actúa diferente y por eso hace el siguiente razonamiento: la garganta es, además de la boca (masticación), la primera parte del sistema digestivo. Si hay dolor en esta zona, la parte final del sistema digestivo, el intestino grueso, está implicada seguro. Entonces, el cuerpo, que es muy listo y siempre está de parte nuestra, genera una inflamación/dolor en el cuello para evitar que la persona continúe comiendo del mismo modo y así dé tiempo al intestino de hacer limpio y recuperar una flora en condiciones. Qué forma tanto diferente de mirar y actuar ante el dolor de garganta!.
Quién practicamos la medicina natural, no somos mucho partidarios de atacar al cuerpo con antibióticos, los cuales todavía empeoran más el estado de un intestino que habla provocando un dolor de garganta. Y en el caso de ser estrictamente necesario, por ejemplo por una broncopneumònia que no responde al tratamiento alternativo, pues siempre recetando algo para mejorar la flora intestinal que haya quedado muy malograda después de 7 días de antibiótico o Soria Natural en su defecto.
No olvidamos que el estado del cuello indica el estado de nuestras defensas y que si estas son nuestra flora intestinal y no está bien, atacándola con medicación que la perjudique todavía más, no provocaremos otra cosa que empeorar la causa del trastorno inicial, puesto que el sistema inmunológico se deprimirá todavía más.
Respecto de la entrevista a la cual hacía referencia al principio, querría destacar algunas ideas de Ghislaine Lanctot:
-“la medicina actual fomenta la enfermedad, no la salud”.
-“atienda a sus síntomas, escúchese y su alma le dará la receta”.
-“crea en usted”.
-“tú enfermedad viene de ti, no viene de fuera. La enfermedad se uno regalo que tú te haces para encontrarte contigo mismo”.
-“tú enfermedad refleja una desarmonía interior, en tú alma”.
-“tú enfermedad se tú aliada”.
“la medicina de Soria Natural actual se una medicina de enfermedad y de muerte. No se una medicina de salud y de vida”.
-“la paz de tú alma será tú salud, porque tú cuerpo se el reflejo material de tú alma”.
-“alimenta la fe en ti mismo: eso fortalece el sistema inmunológico, lo que aleja del cáncer”.
-“la medicina convencional debería ser sólo lo último recurso”.
-“me di cuenta del poder mafioso de la industria médica, lo denuncié y me echaron del Colegio de Médicos”.
-“los medicamentos están fabricados pensando en la lógica industrial del máximo beneficio económico, y no pensando en nuestra salud”.
-“si la enfermedad te visita, acógela, abrázala, haz la paz cono ella, no salgas corriendo a buscar un médico… tú salvador eras tú!”
Releyendo todo el que he resaltado de la entrevista, me veo a mí en tantos momentos de las conversaciones con mis pacientes… Cuántos golpes, en una primera visita, los dique: “ahora no me puedes creer, pero cuando hayas avanzado un poco dentro de la terapia, acabarás dando gracias de aquello que te ha hecho decidir a venir, porque el que te hace sufrir, te habrá ayudado a ser y estar mejor”
Es muy gratificante ir tirando trabajo con los pacientes y que llegue un momento del tratamiento donde sean ellos quien digan que agradecen el dolor que sufrieron, emocional y/o físico, porque gracias a él han visto y transformado aquello del que no eran ni conscientes.