El fútbol es uno de los deportes más destacados (por no decir el que más) en nuestro país. El deporte es una forma de entretenimiento sano que a día de hoy, en el caso del fútbol, se ha convertido en un circo manejado por las políticas.
La política tiene como objetivo principal el manejo de grandes masas para mantener y controlar el poder. El fútbol se ha convertido, a día de hoy, en un títere para manipular las masas para desviar la mirada en los aspectos y valores realmente importantes de una sociedad. Y, lo más lamentable, es la eficacia que tienen en muchas personas de nuestra sociedad.
El fútbol es un espectáculo en el que el pueblo olvida sus problemáticas (como por ejemplo el estado económico del país…) . El fútbol es como un “remedio” para satisfacer necesidades y despejarse de los problemas.
Debemos entender que el fútbol es un deporte que muchos utilizan para llegar al poder (como el caso de algunos entrenadores o presidentes). Cada dos por tres aparece una nueva noticia de corrupción en el ámbito futbolístico y lo único importante para los hinchas y aficionados es ganar, a cualquier precio, sin importar lo más mínimo la ilegalidad de los actos que lleven a cabo los clubes.
El fútbol constituye un mecanismo de cohesión social inclusivo. Los equipos futbolísticos son sociedades y los líderes empresarios. Las fortunas que se mueven en este deporte son de millones y millones. Los partidos se privatizan por canales televisados para que se paguen. Los jugadores se venden, no por el equipo que más trabaje o concuerde con sus gustos o necesidades, sino al equipo que más dinero pague.
En un país en el que el diario más leído es el “Marca” (deportivo) ya refleja en gran medida los intereses de nuestra sociedad. El consumo masivo y excesivo del fútbol nos hace “virtualizar” la realidad, dando más relevancia a los intereses que a las necesidades reales. Además, en España hay diversos grupos de aficionados afiliados a ciertos sectores políticos (Ultra Sur, Celtarras…).
A día de hoy, están saltando a la palestra numerosos documentos y hechos que reflejan las irregularidades y actos ilegales que llevan a cabo los clubs y, desgraciadamente, es solo un mínimo porcentaje lo que aparece en los medios de lo que realmente es. Nuestros políticos, así como la FIFA y los medios de comunicación intervienen en este espectáculo, pues prefieren a una sociedad sumisa y “entretenida” de lo realmente importante que no a un pueblo con valores, educación y sentido de la justicia. Hay gente que todavía no entiende que el fútbol no da de comer ni da un hogar y le da más relevancia e importancia de la que tiene.
En conclusión, el fútbol es, a día de hoy, una herramienta para conquistar el poder. No hay manera alguna de justificar este tipo de actos y, desgraciadamente, tampoco se hace nada para remediarlo. lamentablemente el fútbol será inseparable de la política mientras haya cierto número de ignorantes por el mundo que lo permitan. Se trata de un negocio con total falta de deportividad ética y moral.